Amada, querida, vivida,
sentida Caracas como quisiera que tus calles, que tus montañas, que tus
paisajes no se vieran empañados. Querida Caracas como un gesto del mayor incesto lésbico que pueda existir en mi alma me
declaro tu amante eterna, tu defensora incansable, y orgullosamente hija feliz
de pertenecerte. Todos los días nos regalas bellos amaneceres, tardes de un sol
que da vida, y anocheceres iluminados. Mientras nosotros para contigo nos portamos
tan ingratamente. Manchamos tú nombre en las estadísticas, como una ciudad
peligrosa, ruin, y poco menos que habitable.
Tu hija incestuosa busca diariamente
volver a reencontrase contigo, escuchando lo que eras, leyendo lo que un día
fuiste y con la esperanza de lo que podrás ser. Maltratada Caracas cuan
ingratos hemos sido contigo. Mira que es difícil tratar de encontrar razones
para amarte y hacer que te amen, pero aún así sigues teniendo tú hermosa belleza
opacada por el desquerer humano que te habita.
Aquellos que de ti hablan mal
en otros países, aquellos que en tu nombre destruyen tu esencia, aquellos que
con un eslogan pretenden quererte, aquellos que te ensucian, que te difaman,
parecen nunca haber subido al Ávila, parece que nunca escucharon una canción de
Billo´s, parecen que no vieron lo bonita que te puso Villanueva, parece que
nunca leyeron unas líneas de Cabrujas, parecen no tener corazón.
Es triste linda Caracas que tú
asumas culpas ajenas, de unos habitantes ingratos. Tú que los has soportado
todo. Pero espera, que vendrán músicos, poetas, literatos, arquitectos, diseñadores,
SOCIOLOG@S que te sacaran de esta sombra, que pregonaran tu hermosura y el
valor de quererte y lucharte. Pondremos tú nombre tan alto como el Salto Ángel,
ya muchos lo hicieron antes y son los que hoy nos hacen quererte, yo los
escucho porque ellos dibujan el camino de lo que fuiste un día y nos avisan en
que parte del camino te dejamos sola. Desde allí te rescataremos y presiento que
no falta mucho, porque más bajo no podemos caer y porque ya nos hemos mirado la
cara en el abismo, ya es suficiente el daño que te hemos hecho a ti y a nuestro
hermoso país.
Puedo leer en los ojos de muchos de tus habitantes
que ya no tendremos que escuchar relatos de tiempos pasados, canciones de una ciudad
lejana que hoy no encontramos demasiado, que pronto una Caracas presente
inspirará hermosas canciones, hermosas prosas, y la venida de tus hijos.
“Y es que yo quiero tanto a mi
Caracas
Que mientras viva no podré
olvidar
Sus cerros, sus techos rojos,
su lindo cielo
Las flores de mil colores de
Galipán”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario